Respira ligeramente en su oído y susurra palabras dulces, o incoherencias. Humedece con la lengua el contorno y luego penetra suavemente con la lengua en el inside. Siempre se ha dicho que el órgano sexual más grande que tenemos no es pene, es el cerebro.
El cerebro, una vez más, es la clave de activación sexual, responsable de nuestra excitación. Su predisposición a ser tocados es, en la mayoría de ocasiones, más potente que la activación táctil de cualquier zona relacionada con nuestro mapa erógeno neurocerebral. El disfrute y placer no dependen exclusivamente, por tanto, de la activación neurológica. Tener una concepto positivo de la sexualidad y el placer, unido a la relajación, a desear y consentir ese contacto, serían suficientes para conectar otras áreas corporales, no consideradas tan erógenas por los demás, con las áreas del placer cerebral. [newline]Del resto del cuerpo, son los labios (7,9-7,0) los mejores valorados por su capacidad erógena por ambos sexos. Parece bastante lógico al ser una de las zonas que se activan en los primeros acercamientos sexuales, a través del tacto a través de los besos, de ahí su alta implicación en la activación del deseo y la excitación sexual humana. El por qué de existir unas zonas erógenas y no otras, se asoció a la teoría de Ramachandran, neurocientífico de los años ninety, donde se postulaba que las reconocidas como zonas erógenas limitaban con las áreas genitales en alguno de nuestros mapas cerebrales.
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Algunas personas pueden llegar al orgasmo por la sola estimulación de pechos y pezones. Tu pareja o tú podéis estimularos los pezones y los pechos con la boca, con las manos, con pinzas de pezones o con otros juguetes, según vuestro carácter y lo traviesos que seáis. Solo hace falta paciencia, entrega y excitación mutua.
Si a un simple movimiento de las yemas de los dedos le añadimos un poquito de picardía y caricias que vayan desde el cuello hacia la barbilla y desembarquen por toda la cara, activaremos otras muchas zonas y las conduciremos a un estado de bienestar y calma. Cerca del 40% de las mujeres aseguraron que las areolas deberían ser la zona cero para los juegos previos, por delante del pubis, la vagina y el interior del cuello del útero, área que ganó como la preferida para “conseguir un acelerón”. Qué mejor forma de averiguar cuáles pueden ser esos puntos mágicos que deberían tocarse que haciendo una encuesta, debieron plantearse los editores de la versión hermana al medio de Oerman.
Cuello
Algunas personas piensan que la única relación que hay entre sexo y pies es la del fetichismo, sin embargo no es así, en los prostíbulos japoneses se ofrece un servicio que consiste en succionar, es decir hacer una felación en el dedo gordo del pie. El cliente, a través de este tipo de estimulación, consigue el orgasmo sin que sus genitales sean tocados. Antes de pasar al tema, contarte que acariciar unos pechos de forma correcta puede ser muy, muy estimulante, tanto para ti como para ella.
Pasa la mano suavemente por los costados y acaricia el culo sin detenerte, roza suavemente y como de pasada su pubis y pon las manos sobre su vientre, lame el ombligo son suavidad, algunas personas lo tienen muy sensible y no les agradan las sensaciones que reciben de él. Los pezones tienen cientos de terminaciones nerviosas, lo que los hace muy sensibles al tacto. Y cuando se estimulan, despiertan lacorteza sensorial genital, que esla misma área del cerebro que se excita con la estimulación vaginalo del clítoris.
Manos A La Obra
En este otro artículo te descubrimos las zonas erógenas femeninas para que sepas exactamente dónde tocarla. Aunque debes tener en cuenta que cada mujer es un mundo por lo que ves probando y observando su respuesta a tus estímulos. El sexo tántrico consiste en crear una intimidad intensa y centrada en el momento. Durante el sexo tántrico respiráis juntos, meditáis juntos y vivís las sensaciones que os llegan. Estas sensaciones pueden proceder de cualquier tipo de estimulación, ya sean masajes, sexo oral o simplemente respirar juntos de forma sincronizada y sin tocaros. El sexo tántrico puede fortalecer e intensificar vuestro vínculo sexual, emocional y espiritual.
Hay mujeres para las que no significan nada y otras no permiten un acercamiento. También hay a quién le encanta que se los acaricien, chupen y mordisqueen, y a veces sólo por esto consiguen un orgasmo. Para saber lo que le gusta a tu pareja, fíjate bien como responde a tus estímulos.
La alodinia es la percepción anormal del dolor, y por ello las personas que la padecen reaccionan de manera distinta a estímulos más o menos corrientes. Otras personas encuentran esta activación a través de la alimentación o gastronomía, por ejemplo, o con la actividad física. Puede que unas personas activen su nuca como zona erógena solo si se besa o acaricia, y otras personas lo hagan exclusivamente cuando esta recibe un mordisquito o la estimulación es más potente, por ejemplo. No solo la zona sino la modalidad de estimulación que hayamos erotizado, puede ser el desencadenante para activación erótica y sexual, por tanto. Por supuesto, la historia personal influye en nuestro proceso de erotización corporal, sin embargo, y aunque nos resulte sorprendente, hasta las diferencias entre mujeres y hombres, aunque existan, son mínimas en este sentido. Los hombres consideran más eróticas las manos que las mujeres, por ejemplo, y a las mujeres les ocurre con las corvas o parte trasera de las piernas, aunque estas zonas no ocupen los primeros puestos en la clasificación de zonas erógenas.
Vagina
Puedes besar su cuello y descender los labios por el escote, después, puedes acariciar con tus manos los pechos y, más tarde, acercar la lengua a los pezones de forma suave y muy tierna para que sienta el placer que tu contacto le produce. No tengas prisa y, sobre todo, no seas brusco; esta zona es muy sensible y su lo haces mal, puedes romperle completamente su excitación. Aquí te damos más consejos para que sepas besar los senos. Según la investigación, el cuello es la zona erógena preferida por las mujeres tras el clítoris, la vagina y los labios. El cuello, el área de la clavícula y la nuca son muy sensibles, tanto en hombres como en mujeres, y se pueden estimular con besos y caricias.
Pechos Y Clítoris, Combinación Ganadora
Hay personas que se excitan muchísimo tras recibir pequeños mordiscos en el área (los míticos “chupetones”). Otro lugar que tienes que tocar a una mujer para excitarla es el cuello, una de las zonas más sensibles y erógenas que tienen ellas. Te recomendamos que, en lugar de acariciarla con las manos, en esta ocasión lo hagas con tus labios, es decir, acércate sigilosamente a esta parte de su cuerpo, procura que sienta tu aliento junto a tu piel y, entonces, dale un suave beso.
Si ella te cube que la estás sonrojando o que pares mientra se ríe, debes seguir haciéndole cumplidos. Durante vuestra conversación, pregúntale algo que le dé pie a darte una respuesta llena de detalles. Utilizar un poco perfume que sea suave por el entorno.